martes, marzo 21, 2006

LA LENGUA NO ES DE TRAPO
Barbarismos importados

JUAN MENDIETA

Confieso que cada vez que oigo el aviso de cierto lubricante, me da como un algo... En primer lugar, el acentito extranjero que no sé por qué razón algunos publicistas lo prefieren al rioplatense; pero sobre todo, cuando dice que es un aceite especial para trabajos duros y que "entre más duro, mejor".

Supongo que a usted, estimado lector, como a mí, la preposición señalada en negrita le habrá hecho dar un respingo, pues entre los barbarismos que oímos y leemos habitualmente por estas latitudes, este no está registrado.

Igual se entiende, me dirá usted, y tiene razón; sólo que nuestro cerebro, ayudado por el contexto, debe realizar una operación de remplazo y traducir la preposición entre por el pronombre correlativo de cantidad cuanto. En nuestro país nadie cometería este error; a lo sumo, en los niveles bajos puede oírse cuanti más, pero jamás entre más.

Ignoro el origen o la razón de este modismo que muchos hispanohablantes han incorporado a sus hábitos lingüísticos (sobre todo entre los chicanos y en la zona del Caribe). Lo había oído con relativa frecuencia en los infames doblajes de filmes y seriales estadounidenses, y he tratado, en vano, de adivinar el original del clon en algún giro anglosajón. Lo cierto es que ahora lo encuentro en este aviso uruguayo y me da bronca.

Hace unos años, me había ocupado del asunto a raíz del siguiente párrafo:

"Entre más serio y reflexivo sea el reportero, estará en mejores condiciones para sobrevivir", se decía en una nota recogida por un cable a propósito de los corresponsales de guerra.

Este último ejemplo, tomado de un texto de dos analistas que explican la situación de los periodistas en la convulsionada Colombia, me hace suponer que el vicio ha ido trepando en la escala social hasta hacerse un lugar entre los escribas.

La preposición entre denota la "situación en medio de dos o más cosas": entre la espada y la pared; o, también, "según costumbre de": entre bueyes no hay cornadas; del mismo modo, puede ser "cooperación de dos o más personas o cosas": entre dos, no digo un pampa: una tribu si se ofrece, según reflexiona Martín Fierro cuando debe enfrentar a un salvaje y lamenta la ausencia de Cruz. Pero ni una palabra sobre el uso que se le ha dado en el texto que hoy me ocupa.

--Las cosas que dice la gente, Mendieta... Cuanti más pienso, más rabia me da; me da tanta rabia que voy a tener que tomarme otra.

--¡Qué lo parió! *